EN ALGÚN LUGAR
tomado de Clave Digital
Gustavo Olivo Peña
miércoles, 01 de abril de 2009
El más reciente documental de René Fortunato, ‘Bosch, presidente en la frontera imperial’, constituye un homenaje especial en este año del centenario del primer gobernante democrático dominicano después del ajusticiamiento del dictador y patán Chapita Trujillo.
Muestra los nombres y rostros de los que, por ambiciones desmedidas, derrocaron un gobierno elegido por más del 60% de los votantes en los comicios de diciembre de 1962. Esos conspiradores son los mismos personajes que hoy se pintan como abanderados de la democracia.
Estrenado el pasado lunes 30 de marzo, en el Teatro Nacional, este documental ya genera reacciones.
Es relevante el hecho de que los aplausos más prolongados del público surgieran durante las escenas en las cuales Bosch muestra su firmeza contra cualquier asomo de corrupción administrativa. Especialmente, cuando trata sobre la creación del “paredón moral” de la sociedad para quien incurriera en ese grave delito.
También cuando se presentó la declaración jurada de bienes del gobernante y su esposa, doña Carmen Quidiello: ninguna propiedad, dinero ni objetos de valor. En ese instante alguien gritó: “¡Traidores!” (¿A los funcionarios presentes? No era para menos: un gobierno “boschista” que tiene a Bonillita de embajador y aliado y en el que reina la corrupción sin control).
Además de presentar hechos casi olvidados por quienes los vivieron, hoy valiosa información histórica, el documental se basa en una investigación seria y valiente. Como tenía que ser en una obra de René Fortunato.
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