El Perdón

Todos tenemos derecho a equivocarnos, no una, dos ni tres veces, sino, miles de veces..Aún cuando nosotros, quienes nos aman y son cercanos esperan demasiado y olvidan que simplemente somos humanos. Recordemos que la principal caraterística de la humanidad es el pecado (errores y equivocaciones).

No creamos que los errores que cometen quienes nos aman y conocen son adrede, debemos busar una balanza y sopesar, eso es lo que nos indicará cual es la respuesta.

Mientras menos creamos en las malinteciones de los demas y mas les concedamos el derecho a la duda, sin importar cuantas veces ocurra, mas felices seremos y menos archivos negativos iremos abriendo a lo largo de este corto camino que es la vida.

Los fallos forman parte de la humanida, aún cuando esos fallos de otros nos cuesten un alto precio. La comprensión y el perdón son clave de la tranquilidad espiritual y esa debe ser nuestra prioridad.

No condenemos ni jusguemos, quien esta tan limpio como para tirar la primera piedra. Coloquemonos en el lugar de los demas, cultivemos la docilidad sin perder la esencia de uno mismo, concentremonos cada día en hacer ejercios que nos ayuden a ser mejores personas y el primer paso deberá ser dejar de creer que sabemos lo que los demás piensan.

Nunca sabremos lo que les pasa por la cabeza, es más, las mayores confusiones surgen cuando nos dedicamos a asumir que tal o cual hecho es el resultado de lo que creemos que los demas piensan o quieren y al final, cuando tenemos conversaciones privadas y profundas con esas personas, descubrimos que es todo lo contrario.

Mientras menos asumamos, mejores relaciones tendremos con nuestros próximos.